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domingo, 29 de septiembre de 2013
LA ESCUELA Y LA FORMACIÓN EN CONCIENCIA TRIBUTARIA!!!!
La población infantil y juvenil se halla inmersa en pleno proceso de socialización. Por lo tanto, todavía están conformando su propia personalidad. Es el momento idóneo para formar su conciencia fiscal desde la base; es decir, actuando sobre los valores cívicos. Tal como se afirmaba en páginas precedentes, la percepción que se tiene de la responsabilidad fiscal viene influida por muy diversas instituciones, entre las que destaca el sistema educativo. El sistema educativo tiene como función formar e informar a los niños y a los jóvenes. Tarea doble de importancia decisiva para la comunidad, donde la vertiente formativa es tan importante como la informativa, por su impacto directo en la socialización de los más jóvenes.
Debido a su doble función, el sistema educativo completa y sustituye a la familia en aquellas tareas que ésta por sí sola ya no puede abarcar en las sociedades complejas. Debido a su enorme autoridad normativa, el impacto de la educación formal en la formación de la conciencia ética es muy eficaz: compite con éxito con la educación informal, y mejor aún con la educación no formal que sólo se ocupa de tareas informativas. Por eso, la Administración Educativa es un aliado imprescindible, cuya colaboración en la tarea de la formación de la cultura fiscal de los más jóvenes debe procurar asegurarse toda Administración Tributaria sea cual sea el nivel de ética cívica del ámbito en el que actúe.
La forma en que el sistema educativo puede actuar transmitiendo el valor “deber tributario” como parte de los deberes sociales (puesto que el incumplimiento fiscal es una conducta amoral, asocial y delictiva) influirá en la actitud que se adopte ante la fiscalidad (Delgado y Arias, 1997). En contrapartida, la fiscalidad supone un filón inagotable de oportunidades didácticas que, si el sistema educativo sabe utilizar, son sumamente útiles tanto para explicar conceptos (en su vertiente informativa) como para transmitir (en su vertiente formativa) normas, valores, actitudes y comportamientos.
El sistema educativo puede preparar a los niños y a los jóvenes para el momento en que deban cumplir sus obligaciones como contribuyentes impartiendo una serie de conocimientos básicos que expliquen el sentido y la finalidad de los impuestos y que describan brevemente los capítulos del Presupuesto público, así como los requerimientos más simples del sistema fiscal. Pero con ser esto muy importante, no lo es todo. Lo decisivo sería que los alumnos interioricen la idea de la fiscalidad como uno de los ámbitos donde se articula la necesaria correspondencia legal y ética entre derechos y obligaciones, donde se imbrican los intereses personales y los beneficios comunes.
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Me parece acertado tu comentario Yessica.
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